UNIDAD 5

Tengo tan arraigada la cultura de la agenda, que no tenía ningún conocimiento sobre esta herramienta organizativa. A la que empecé a indagar por internet, me di cuenta de que es un instrumento muy popular en las redes, al que le han dedicado numerosos blogs y vídeos presentando su funcionamiento y sus utilidades.

Me llamaron la atención las palabras con las que describe Ryder Carroll su inventiva: “Un sistema rápido y flexible para registrar el pasado, organizar el presente y planificar el futuro”. Así, pues, me dispuse a crear mi propio bullet journal con ciertas dudas, pero con curiosidad.

Debo reconocer, que al final me ha sorprendido gratamente este sistema. Tiene grandes ventajas:

• Lo creas tú mismo y lo personalizas en consonancia con tu propia creatividad (lo haces tuyo).

• Tiene una estructura muy sencilla.

• Permite jerarquizar, etiquetar y organizar los eventos de una manera visual, por lo que permite una consulta rápida y efectiva.

• Este proceso de “etiquetación” te permite una mejor gestión a la vez que te permite priorizar las tareas pendientes, con lo que destierra cualquier tendencia a la procrastinación, y como dice el propio Ryder: “te ayuda a ser más productivo, en lugar de estar ocupado”.

Aunque el alumnado tenga muy afianzada la cultura de la agenda, por mi experiencia personal creo que el bullet journal se presenta como una herramienta muy buena para incluirla en el trabajo del aula, puesto que puede promover la ejercitación de la competencia de aprender a aprender. Creo que, en un principio, lo propondría para gestionar la puesta en marcha de un proyecto de investigación o un trabajo en equipo. Una vez, se han familiarizado con este sistema, podría generalizarse su praxis en más ámbitos. Además, veo el bullet journal como un instrumento muy útil para aquellos alumnos/as que aún no han consolidado ciertos hábitos de trabajo y de gestión del tiempo, y requieren de en un sistema de planificación para optimizar su organización personal.