UNIDAD 2

En esta nueva entrada pretendo compartir mi experiencia con las herramientas de dibujo y cómo éstas han ido cambiando a lo largo de mi vida.
Desde pequeñito me han encantado los cómics; leía y coleccionaba como si fueran un auténtico tesoro cantidades ingentes de historietas de superhéroes y de los grandes iconos del género humorístico español, desde los grandes Mortadelo y Filemón al intrépido SuperLópez. Aquella fascinación por esos personajes y sus aventuras y desventuras me llevó a intentar copiarlos poniéndome como reto la reproducción más exacta posible; sin quererlo ni beberlo, esa práctica se convirtió en una afición y me proporcionó técnicas de dibujo a la vez que estimuló mi observación por los detalles. Por aquel entonces, solía utilizar la herramienta de dibujo que tenía más a mano, sin criterio alguno. Más adelante, utilizaría lápices con un grafito de dureza diferente (el rojo y el verde de staedtler) según fueran mis intenciones artísticas: perfilar o resaltar sombras. Años más tarde, incorporaría el “punta fina” (normalmente de la marca pilot) y el rotulador (staedtler) para los acabados. Solía dibujar en blanco y negro, por lo que no era frecuente el uso de colores; cuando me animaba, solía repasar el contorno con el rotulador conveniente y cubría la superficie que delimitaba con un lápiz del mismo color.
Tuvo que llover un poco más cuando, en el colegio donde trabajo, me encargaron la creación y edición de la primera página web del centro. Ese gran periplo me permitió conocer un programa de edición de imagen que aún trasteo: el Fireworks. Este programa no solo me permitía crear diseños estéticos, también me permitía editar imágenes preexistentes. El conocimiento de las herramientas que incorpora este programa tan versátil también me llevó a aprender algunas humildes y elementales nociones de diseño gráfico. Hace relativamente poco, dos nuevas webs se anexionaron a mi caja de herramientas digitales: Canva y Genially. Ambas webs me permiten de forma online crear diseños muy originales a través de plantillas, un amplio banco de imágenes y una propuesta de tipología textual muy variada. Las aplicaciones se presentan con una interfaz muy sencilla y unas funciones muy intuitivas. A través de estas plataformas, he podido trabajar con los alumnos la producción de infografías y presentaciones donde la imagen adquiere un valor añadido sobre el contenido objeto de estudio.